Una fusión perfecta entre el cielo, la tierra y el mar: el Centro Botín de Santander encarna plenamente esta descripción. Creado por el maestro Renzo Piano, el arquitecto italiano autor de algunos de los edificios más emblemáticos del mundo – tanto el Centro Pompidou en París como el Shard en Londres, pasando por el Auditorio del Parco della Musica en Roma y la sede del New York Times – es un espacio dedicado al arte y la cultura, fuertemente apoyado por el presidente del Banco Santander Emilio Botín (1934-2014) y financiado por la Fundación Botín. El Centro, inaugurado en junio de 2017, se encuentra en una zona estratégica, cerca del centro histórico y los jardines de Pereda. Ubicado en la bahía entre el parque y el mar, está medio anclado al continente y medio suspendido sobre el agua. Su finalidad es devolver a la ciudad la amplia zona portuaria del muelle de Albareda, al mismo tiempo que se restablece el acceso peatonal al mar.

El conjunto arquitectónico consta de dos cuerpos redondos, conectados entre sí por una serie de pasarelas de acero y vidrio que crean una plaza elevada desde la que, a través de escaleras y ascensores, se puede acceder al centro. Desde aquí, un verdadero trampolín sobre el mar se extiende veinte metros más allá del muelle. El ala este alberga el auditorio (utilizado para conciertos, lecturas, conferencias, fiestas y ceremonias) y el centro educativo (que tiene como objetivo albergar talleres creativos de arte, música, danza y cocina, para niños o adultos). En el ala oeste, sin embargo, se encuentran, en dos niveles, las galerías de exposiciones caracterizadas por una doble vista panorámica al mar y al parque. El espacio en el piso superior está iluminado por un complejo techo de vidrio compuesto por cuatro niveles. Los dos cuerpos están íntegramente revestidos con 280.000 baldosas de cerámica, ligeramente redondas y de tono nácar, que reflejan la luz del sol y el resplandor del agua. En la planta baja, una fachada transparente define un espacio multifuncional que incluye una cafetería, un restaurante, una zona comercial y el centro de información. Finalmente, la fachada oeste, flanqueada por un anfiteatro excavado en el parque, está equipada con una pantalla LED para proyecciones y cine al aire libre. Un proyecto emblemático, complejo e innovador, que para el arquitecto italiano se puede resumir en una sola palabra: belleza.

Las fases de diseño y construcción de esta magnífica obra se pueden ver en el documental de 80 minutos Renzo Piano: el arquitecto de la luz, de Carlos Saura. Presentada en estreno mundial en el Festival Biografilm de Bolonia 2018, la película se proyectará en varios cines italianos a partir de mediados de octubre. El célebre director español siguió a Piano partiendo del diseño del Centro, contando en directo las fases más destacadas de la construcción y enriqueciéndolas con intervenciones significativas del arquitecto. La película trata una serie de temas importantes: la relación entre arquitectura y cine, la idea de creatividad, la relación entre técnica y poesía, la obsesión por el tiempo y la duración de las obras de arte, la importancia del agua y, por encima de todo, el tema de la luz. De hecho, Piano habla de la luz "como un material más importante que el propio hormigón", y Saura afirma que "sin luz, el cine no puede existir", frase que indudablemente forma parte del legado de su larga colaboración con el gran maestro del cine internacional Vittorio Storaro. Para Saura, de hecho, tanto Piano como Storaro son verdaderos "magos de la luz". Una magia que se refleja en todas sus obras y que podemos encontrar en cada pequeño detalle del Centro Botín.

Portada y galería: El Centro Botín, imágenes de Danilo De Rossi