Han pasado siete años pero el recuerdo de mi viaje en el Fujian sigue vivo. Nuestra aventura partió de Xiamen para llegar a visitar los tulou, antiguas casas circulares construidas con tierra batida, arroz glutinoso y madera: verdaderas fortalezas que defendían a las poblaciones locales de posibles invasiones, por bandidos, y también por la ferocidad de los animales salvajes.
La giovinezza è felice perché ha la capacità di vedere la bellezza. Chiunque sia in grado di mantenere la capacità di vedere la bellezza non diventerà mai vecchio.
(Franz Kafka)