PAOLO SORRENTINO - "Mi vida ha ido más lejos de mis expectativas"
La Mostra de València-Cinema del Mediterrani, en su 38ª Edición, se ha rendido al talento del cineasta Paolo Sorrentino otorgándole la PALMERA DE HONOR del Festival a su trayectoria profesional. Galardón que él mismo recibió de la mano del prestigioso actor español Javier Cámara en la gala inaugural celebrada el pasado día 19 de octubre en la Sala Iturbi del Palacio de la Música de Valencia.
El auditorio, repleto de personalidades del mundo del cine, la cultura, el arte, la música de la ciudad, puesto en pie, ovacionó largamente al galardonado cuando se levantó a recoger el merecido premio.
Sorrentino, pasó como una estrella fugaz por la capital del Túria pero no dejó indiferente a nadie con su personalidad y declaraciones. Al recibir el reconocimiento, declaró con simpatía y humildad que era “un poco pronto para tener un premio a toda la carrera, pero espero que me abra otras posibilidades”.
Ciao Magazine estuvo presente en Valencia, para hacernos eco de esta importante efeméride y trasladarla a nuestros lectores, sobre uno de nuestros representantes de la cultura y el cine de Italia más significativos que han escrito su nombre en las páginas de historia del cine, dejando testigo de su genialidad en el fantástico mundo del celuloide.
“Lo que de napolitano hay en mis películas es la ironía.”
El director de Nápoles nos ofreció una imagen de su cine como fiel reflejo de personalidad: inquietudes, anhelos y esa fina ironía típicamente napolitana que reafirmó cuando, preguntado por el secreto de su éxito, dijo bromeando “soy yo mismo el éxito de mis películas. ¿El secreto? No lo sé ni quiero saberlo para no perseguirlo”.
Comparado con el gran Fellini, por el paralelismo que crítica y público hallaron entre La dolce vita y La grande bellezza, admitió que lo admiraba muchísimo por su “gran capacidad de relatar cómo los seres humanos no se adaptan al mundo, ya sean ricos o guapos” pero que no se inspiraba en él para “no hacer una mala copia”.
“La belleza reside en la complejidad del ser humano.”
El italiano, al que le gusta “incluir la fealdad en las películas”, declara que para él “ la belleza reside en la complejidad del ser humano”. Universo complicado y colorido que se ve claramente reflejado en cada una de sus cintas, intentando hacernos reflexionar sobre los grandes interrogantes de la existencia humana.
Sorrentino finalizó con su pasión futbolera y esa fiebre napolitana por el astro de este deporte, tristemente desaparecido, Diego Armando Maradona, que nos dejó imágenes en la retina de pasión, arte con el balón e instantes inolvidables e inimitables de piruetas con el esférico. Al respecto, dijo: “Me emocioné más con los goles de Maradona que con el cine, porque lo vi de adolescente y entonces las emociones eran más potentes”.
Diez días de cine, del 19 al 29 de octubre, donde la Mostra dedicó todo un ciclo a su filmografía, proyectando títulos emblemáticos como: La grande bellezza, El hombre de más, Las consecuencias del amor, Un lugar donde quedarse, La juventud, Loro (I y II) y Fue la mano de Dios.
Los que amamos el cine de Sorrentino, sentimos que ésta última tiene algo o mucho de él mismo: humor, pasión, ironía, ternura, y, quizá, también un toque de lo que bien podríamos llamar “amor fati”.
La 38ª Edición de la Mostra de València-Cinema del Mediterrani, con su director Eduardo Guillot al frente y el estreno del nuevo Concejal de Cultura del ayuntamiento valenciano, José Luis Moreno, ha batido récord de público con más de 17mil espectadores, habiendo superado en un 73,15% respecto a la edición de 2022.
En la portada: Paolo Sorrentino y Javier Cámara
Imágenes cortesía de la Mostra de València-Cinema del Mediterrani
